A medida que los centros urbanos evolucionan con la adopción de nuevas tecnologías y el crecimiento demográfico, la movilidad urbana se convierte en un elemento fundamental para la planificación urbana. Por tanto, es importante que la infraestructura de transporte satisfaga la creciente demanda de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
De acuerdo a Proyecciones de la OCDE, se espera que la demanda total de transporte urbano de pasajeros se duplique con creces para 2050, en comparación con 2015. Esto pone de relieve la urgencia de soluciones inteligentes y sostenibles para la interacción de todos los modos de transporte en estos espacios.
En el siguiente video, ilustramos cómo se están aplicando las soluciones de movilidad inteligente en diferentes ciudades del mundo, con ejemplos prácticos e inspiradores de cómo afrontar los desafíos actuales y futuros.
Coches, autobuses, camiones, personas, ciclistas. El ecosistema de una ciudad es igualmente vibrante y desafiante; después de todo, es necesario crear un entorno equilibrado en el que todos puedan moverse de la mejor manera posible. Por tanto, el uso de determinadas tecnologías y soluciones promueve una gestión inteligente de este escenario.
Los atascos, los accidentes y la contaminación son fuentes constantes de quejas de conductores y peatones, lo que impacta directamente en su movilidad, calidad de vida y salud, a largo y corto plazo. En este contexto, el uso de plataformas de Movilidad como Servicio (MaaS) que integran Inteligencia Artificial, Big Data, aprendizaje automático y sensores para monitorear el tráfico ha demostrado ser esencial.
Al respecto, nuestro experto Mario Canziani en NEC afirma:
"De forma individual, el concepto MaaS propone una solución integrada para el viaje, desde el origen hasta el destino, con pago simplificado, unificado, facilitando el uso de múltiples modos de transporte de ser necesario. En conjunto, hay un beneficio colectivo dado que se articula el viaje con una combinación modal adecuada, considerando el nivel de ocupación, para una experiencia satisfactoria de los pasajeros”.
Estas tecnologías permiten optimizar el flujo de vehículos, evaluar la evolución del tráfico y responder de forma integral a las necesidades de la ciudad. Entre los enfoques más eficaces se encuentran:
Estas innovaciones no sólo hacen que las ciudades sean más inteligentes, sino que también promueven un entorno más saludable y sostenible para todos.
Nuestro experto Comité ejecutivo nacional dice sobre esto:
“El transporte compartido promueve una reducción de la circulación de vehículos privados, algo fomentado por los analistas de movilidad, que buscan incrementar el número de ocupantes por vehículo. Los vehículos autónomos ofrecen condiciones más seguras, ya que, por ejemplo, reaccionan más rápidamente ante un peatón que cruza la calle o ante otro vehículo que pueda obstruir su camino. Además, los vehículos autónomos están programados para seguir la ruta más directas, utilizando rutas más conveniente”
Un ejemplo práctico de la aplicación de tecnologías inteligentes para mejorar la movilidad urbana es el Proyecto Paradas Seguras en Argentina. Implementado en alianza con NEC, el proyecto contempla la instalación de paradas de autobús inteligentes en una localidad de la provincia de Buenos Aires, ofreciendo mayor seguridad y comodidad a los usuarios del transporte público.
Estas paradas están equipadas con cámaras de seguridad, botones de pánico y sistemas de comunicación en tiempo real que utilizan Inteligencia Artificial y análisis de datos. De esta forma, es factible monitorear y responder rápidamente a situaciones de emergencia.
Además, estas soluciones permiten un seguimiento eficiente del flujo de personas y vehículos, lo que optimiza la movilidad en la ciudad y mejora la experiencia del usuario.
El caso Paradas Seguras demuestra cómo el uso de tecnologías avanzadas puede ser una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos urbanos, proporcionando un entorno más seguro, más conectado y eficiente para los ciudadanos.
La señalización digital es una tecnología que colabora activamente en una mejor movilidad urbana. Su funcionamiento implica comunicar a conductores, peatones y otros usuarios de la vía en tiempo real, situaciones de contingencia que pudieran afectar su viaje, desvíos etc.
A través de avisos electrónicos estratégicos, es posible compartir información vial, como congestión y accidentes, pronósticos meteorológicos e incluso indicaciones personalizadas específicas para determinadas regiones de la ciudad.
Esta tecnología permite al conductor anticiparse a posibles contingencias viales, realizar ajustes en su viaje, mejorando el flujo de tráfico y reduciendo el tiempo del mismo y consecuentemente una reducción de emisiones.
Además, la señalización digital contribuye a la seguridad vial, ya que mantiene a todos informados sobre condiciones adversas, obras o cambios en el tráfico. Esto garantiza una movilidad más eficiente y segura para todos.
Asimismo, una gestión eficiente del aparcamiento es fundamental para mantener el dinamismo del tráfico en las ciudades. Al evitar la congestión, ahorra tiempo a los conductores en la búsqueda de plazas de estacionamiento y reduce la emisión de CO² causado por vehículos que circulan repetidamente en la misma zona.
Un ejemplo práctico de este enfoque es la ciudad de Buenos Aires, donde, en promedio, circulan 5.000.000 de vehículos por mes. Actualmente, estos vehículos dedican alrededor del 14% de su tiempo de conducción buscando plazas de aparcamiento.
Con la implementación de un Sistema de Gestión de Aparcamientos, este tiempo de búsqueda se puede reducir hasta en un 80%. Como resultado positivo, tenemos un mejor flujo de vehículos y una reducción de la huella de carbono de la ciudad.
Esta solución, que utiliza sensores, aplicaciones móviles y tecnologías de comunicación en tiempo real, proporciona una experiencia más eficiente a los conductores y ayuda a crear un entorno urbano más sostenible.
La creciente demanda de la población por un transporte público de calidad es uno de los factores cruciales para transformar ciudades centradas en las personas, en lugar de en los automóviles.
De esta manera, la inversión en modelos de desplazamiento colectivo – eficientes y bien gestionados en infraestructura segregada de transporte, anima a más personas a utilizar alternativas al modo vehículo particular, reduciendo la congestión, emisiones y el uso del espacio urbano excesivo destinado al vehículo particular, espacio que paulatinamente va recuperándose en favor del ciudadano siendo una tendencia global.
Un ejemplo de éxito es la implementación de un sistema de gestión de flotas de transporte público en Christchurch, en Nueva Zelanda, por NEC. Este sistema ofrece información en tiempo real a los pasajeros a través de una aplicación, con el fin de hacer más eficiente la planificación de viajes y reducir los tiempos de espera.
Con datos precisos y actualizados, los pasajeros pueden tomar mejores decisiones y planificar viajes, lo que mejora su experiencia no sólo con el sistema de transporte público, sino también con su propia ciudad. Por otro lado, las administraciones pueden reforzar sus ingresos, además de modernizar toda la infraestructura para adaptarse a los nuevos pasajeros.
Invertir en tecnología para avanzar en la movilidad urbana trae numerosos beneficios, como la preservación del medio ambiente, el aumento de la calidad de vida, un mejor uso de los espacios urbanos y una gestión más eficiente y en tiempo real.
Tecnologías como las plataformas inteligentes de control del tráfico, la señalización digital, la gestión de aparcamientos y los sistemas de transporte público transforman las ciudades, haciéndolas más conectadas y centradas en las necesidades de los ciudadanos.
Al mirar hacia el futuro de la movilidad en las ciudades inteligentes, es de vital importancia reflexionar sobre cómo la integración actual de nuevas tecnologías puede dar forma a espacios urbanos más sostenibles, inclusivos y eficientes.
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