En la actualidad, los operadores y los CSP (proveedores de servicios de comunicación) se enfrentan a un escenario de creciente demanda de datos, impulsada por la digitalización global y el mayor uso de dispositivos conectados.
Para hacer frente a esta situación, invertir en infraestructuras robustas e igualmente escalables -como nuevas torres, mejoras de la red y cableado- se ha convertido en algo esencial, ya que existe la garantía de que los servicios serán lo suficientemente resistentes para el presente y el futuro.
Sin embargo, estas inversiones requieren una estrategia cuidadosa, ya que están directamente vinculadas a la responsabilidad de garantizar un presupuesto equilibrado sin dejar de ser competitivos en el mercado.
Por tanto, es esencial explorar los retos que plantea la planificación de redes y comprender cómo la automatización puede ser un factor decisivo para optimizar los costos de capital (CAPEX), que es exactamente lo que analizaremos en este artículo.
La planificación de redes se enfrenta a una serie de retos, siendo uno de los principales la reducción de los costos de capital y explotación para alcanzar el punto óptimo de un CAPEX ajustado.
En el contexto actual, con la introducción de nuevas tecnologías como la 5G, el modelo de planificación tradicional ya no es suficiente para respaldar una estrategia empresarial competitiva y actualizada.
Por lo tanto, la diferencia entre el CAPEX en la era tradicional y el de la era 5G es significativa: antes, las inversiones eran más predecibles y puntuales, mientras que ahora, con el 5G, hay una necesidad constante de actualización tecnológica, mayor flexibilidad y agilidad en las decisiones, lo que requiere una planificación más inteligente y dinámica.
Es algo que se puede entender en esta comparativa desarrollada por la consultora EY en el estudio 'Intelligent and agile: capex planning in the 5G era', mostrando el panorama y los ítems a evaluar.
Fuente: Intelligent and agile: CapEx planning in the 5G era, EY
Como resultado, las operaciones en la era 5G se están automatizando, los presupuestos están cada vez más orientados al negocio, se prioriza el retorno de la inversión y las herramientas se basan en Machine Learning.
Además, la optimización del consumo energético y la alineación con los objetivos de neutralidad de carbono repercuten directamente en las actividades corporativas, convirtiéndose en pilares de las estrategias empresariales modernas.
La automatización está demostrando ser un factor esencial para optimizar los costos de las redes y hacer viable el smart CAPEX.
Esto se debe a que mediante la adopción de soluciones inteligentes impulsadas por la Inteligencia Artificial (IA), los operadores tienen la capacidad de mejorar significativamente el rendimiento de sus redes, reduciendo los costes operativos y maximizando la eficiencia de los recursos.
Veamos, pues, algunos de los puntos positivos que ofrece esta tecnología:
La automatización permite un enfoque más centrado en el cliente, con una experiencia más personalizada y eficiente. Con el uso de la IA, las redes pueden ajustarse automáticamente a las demandas de cada usuario, optimizando la asignación de recursos de forma dinámica y garantizando una mayor calidad de servicio.
Además, la solución ayuda a predecir necesidades futuras, de modo que los operadores pueden anticiparse a los problemas y ajustar sus redes de forma proactiva, pueden anticiparse a los problemas y ajustar sus redes de forma proactiva, siempre con el foco puesto en la satisfacción del cliente.
Con los procesos automatizados, muchas tareas que antes requerían la intervención humana ahora pueden ser realizadas por máquinas y sistemas, lo que simplifica la gestión y mejora la coordinación de los equipos en campo.
Esto genera automáticamente una operación más ágil, ya que reduce significativamente la posibilidad de errores humanos y aumenta la eficiencia general, lo que repercute directamente en la reducción de CAPEX.
Los sistemas integrados y automatizados ofrecen visibilidad en tiempo real de las operaciones para que todas las partes interesadas tengan acceso a información precisa y actualizada.
Esto mejora la toma de decisiones y facilita la identificación de áreas de mejora, además de aumentar la confianza entre las partes implicadas, ya que los procesos son más claros y auditables.
Por último, las redes abiertas y agnósticas son otro gran paso hacia la optimización del CAPEX.
Al adoptar un enfoque de infraestructura abierta, los operadores pueden integrar diferentes soluciones de distintos proveedores, evitando el bloqueo tecnológico.
Esto permite una mayor flexibilidad para ampliar o modificar la red a medida que evolucionan las necesidades, buscando siempre la mejor solución disponible en el mercado. Esta adaptabilidad garantiza la optimización de las inversiones, evitando la obsolescencia prematura.
Con la integración de tecnologías como la analítica avanzada, la IA y el machine learning, las empresas del sector son capaces de tomar decisiones basadas en datos, mejorando la gestión de sus recursos y orientando las inversiones con mayor precisión.
Este tipo de enfoque se vuelve aún más valioso en regiones como Brasil y otros países de América Latina, donde la optimización de costos y la eficiencia operativa son cruciales para garantizar la competitividad en el mercado.
A medida que aumenta la demanda de redes modernas y altamente operativas, queda claro que invertir en tecnología punta es sólo una parte de la ecuación. El otro elemento crucial es contar con socios experimentados que puedan garantizar un retorno positivo de la inversión y la capacidad de escalar eficientemente.
Es en este contexto en el que NEC destaca como uno de los líderes mundiales en soluciones tecnológicas, ofreciendo una experiencia probada en la expansión de redes de operadores y en la implementación de sistemas inteligentes y automatizados.
Con más de 125 años de historia y una sólida presencia global, la compañía ha colaborado con operadores de todo el mundo en la optimización y expansión de sus redes, y es reconocida por su capacidad para desarrollar soluciones de vanguardia que permiten no sólo la automatización de redes, sino también el uso efectivo de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), machine learning (ML) y el análisis avanzado de datos, que proporcionan una operación más eficiente con costes reducidos y un mayor retorno de la inversión.
Con casos de éxito en varios países, hemos ayudado a los operadores a afrontar los retos de la transformación digital, como el aumento del consumo de datos, la necesidad de una infraestructura flexible y las presiones en favor de la sostenibilidad y la neutralidad de carbono.
Nuestra cartera abarca desde el suministro de soluciones de infraestructura hasta la implantación de redes abiertas y agnósticas.
Además, NEC también trabaja estrechamente con sus clientes para garantizar que las soluciones se personalizan y se alinean con los objetivos empresariales, lo que resulta en operaciones más robustas, escalables y preparadas para los retos del futuro, especialmente en escenarios de alta demanda como la implementación de 5G.
Ponte en contacto con nuestros expertos para hablar de cómo tu empresa puede beneficiarse de estas soluciones innovadoras.